Hace un par de semanas leía en una revista algo que yo no sabía (llamadme ignorante): los tatuajes no deben exponerse al sol por varias razones que ahora os contaré. ¿Qué solución tienen entonces en verano l@s que han decidido decorar su piel? Tranquil@s, que tengo una.
A few weeks ago I read in a magazine something I didn't know: tattoos shouldn't be exposed at direct sun. What to do, then, in summer? Here you have a solution.
Resulta que, con la luz solar, los pigmentos de los tatuajes tienden a alterarse. Mientras que la piel reacciona poniéndose más oscura, los pigmentos se aclaran, alterando por tanto el dibujo original.
Pero vamos más allá. Parece ser que la zona tatuada, por estar más oscura, absorberá más los rayos solares con el consiguiente peligro de quemaduras. Según leí, la piel tatuada puede quemarse con el sol en tres minutos. ¡Tres minutos! (si hay algún tatuador en la sala, que me corrija si me equivoco).
Pero tranquil@s, que no hace falta que vayáis completamente tapad@s a la playa o piscina este verano (a no ser que os acabéis de tatuar, en cuyo caso os habrán dicho que sí que debe estar tapado al menos quince días). Mirad qué producto ha desarrollado Ladival:
Es un protector solar con SPF50 específico para pieles tatuadas. Que sí, que os serviría uno normal, pero este incorpora agentes regeneradores de la piel y muy hidratantes y además no tiene perfumes, parabenes, conservantes ni colorantes.
Yo no tengo ningún tatuaje, pero si lo tuviera os aseguro que ésta sería mi protección solar. Por cierto, se vende en farmacias.
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