4 Sencillos Cambios Para Una Vida Libre De Químicos

Es increíble la gran cantidad de productos químicos que nos rodean cada día, que nos afectan negativamente y que podemos evitar con pequeños cambios. Ya que no podemos eliminarlos todos (reconozcamos que algunos son beneficiosos o al menos no perjudiciales), introduzcamos unas ligeras variaciones a nuestra vida diaria tan sencillas como estas:

We all know that our everyday life is full of chemicals that, in most of the cases, are harmful to our health. That's why we should (and can) introduce some changes to avoid them. Here you have my ideas.



  
Cambia tu botella de agua de plástico por una de cristal. Está genial tener siempre a mano una botella para beber agua a lo largo del día, pero si lo haces en una de plástico puedes estar ingiriendo, además de bacterias propias de tu boca y saliva que se van acumulando,  otros químicos que se degradan del material. Por eso, pásate al cristal. Hay botellas muy bonitas que quedan casi decorativas. Además, las puedes lavar en el lavavajillas para tenerlas siempre impolutas.

Haz tus propios productos de limpieza. En serio, usando ingredientes que tienes en casa seguro puedes hacer limpiadores súper eficaces. 

Por ejemplo, mezclando dos tazas de agua con dos tazas de vinagre y unas 20 gotas del aceite esencial que más te guste (para el olor) harás un limpiador multiusos muy efectivo.

También puedes limpiar tu inodoro con una mezcla de bicarbonato (media taza) y 10 gotas de aceite de árbol de té. Los pones en la taza, añades 1/4 de taza de vinagre y frotas para limpiar a fondo. Para una limpieza diaria menos profunda, es suficiente con pulverizar con una mezcla de 1 taza de vinagre y unas gotas de aceite de árbol de té o de limón, dejar actuar unos segundos y aclarar.

Puedes hacer tu propio desinfectante con 2 tazas de agua, 3 cucharadas de jabón líquido, y 20-30 gostas de aceite de árbol de té.

Para limpiar la tabla donde cortas los alimentos, frótala con un limón, déjalo actuar 10 minutos y aclara.

Haz tu propia pasta de dientes. Si fuésemos conscientes de la cantidad de químicos que llevan las pastas de dientes que compramos en el súper y la droguería... En fin. Hacer tu propia pasta libre de químicos es tan sencillo como mezclar 4 cucharadas de bicarbonato, 4 cucharadas de aceite de coco (ya sabéis que tiene montones de uso, os lo conté hace tiempo), media cucharadita de miel y 10 gotas de aceite esencial (preferiblemente de menta, para que deje sensación de frescor). Se mezcla todo muy bien, se guarda en un tarro hermético, y se usa como una pasta de dientes normal.

Hidrata tu piel con aceites naturales de coco, de oliva, manteca de karité... Sobretodo ahora que se acerca el buen tiempo, hidratar y nutrir la piel con aceites y mantecas naturales que tienes en tu despensa (o herbolario más cercano) es un gusto, y dejarás de absorber otros componentes químicos que llevan las cremas hidratantes que hay en el mercado.

Como ves, se trata de sólo cuatro cambios muy sencillos que aportarán grandes beneficios a tu vida diaria. ¿Te apuntas a la non-chemical life?

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