Lo sé, la mayoría saltamos de la cama cuando suena el despertador e iniciamos una carrera contrarreloj para llegar a tiempo a nuestros quehaceres, pero hay varios hábitos que podemos implementar en nuestras mañanas para hacerlas mucho más agradables y saludables que realmente no requieren mucho esfuerzo ni tiempo. A ver qué os parecen:
I know, I know. Most of us jump out of bed when the alarm sounds just in time to get ready and leave the house and aren't morning persons. But there are some habits we could implement in our morning routine to feel better, healthier and even in a better mood. And they don't need much time or effort, in fact. Here you have mine:
[Imagen de base: lovethispic.com] |
El primer hábito que deberíamos implementar, y ya sabéis que voy a decirlo, es el ejercicio. No sólo porque nos ayuda a desperezarnos mejor, sino porque al hacerlo a primera hora conseguiremos quemar las reservas de grasa del organismo (si lo hacemos durante al menos 30-45 minutos) y activaremos nuestro metabolismo para todo el día. Además, al aumentar el flujo sanguíneo ¡tendremos mejor cara! Si veis que os cuesta demasiado, que estais acostumbrad@s a ir al gimnasio por la tarde o que realmente no tenéis tiempo porque madrugáis mucho, al menos haced unos estiramientos con asanas de yoga durante 5 o 10 minutos (buscad "saludo al sol" en Google y aprended a hacerlo, es muy fácil). Os aseguro que vuestro cansancio, mal humor y cuerpo de dormidos se esfumarán en un segundo.
Oil pulling. Os hablé hace año y pico de esta técnica ayurvédica que ayuda a limpiar los dientes, eliminar toxinas e incluso blanquearlos, y que tiene otros muchos beneficios. Se trata de enjuagarse la boca durante 15 o 20 minutos con aceite de girasol o de coco (muy poca cantidad, sólo una cucharadita) y luego escupirlo. Yo lo he probado durante meses y me fue genial, tengo que retomarlo ahora. Aunque os parezca algo raro estar veinte minutos con la boca llena de aceite, en seguida os acostumbraréis. Y mientras lo hacéis podéis ducharos, lavaros el pelo, secaros, poneros crema en el cuerpo y en la cara y vestiros.
Agua con limón. Antes de desayunar, un vaso de agua templada con el zumo de medio limón es buenísimo para alcalinizar el organismo (en contraposición a todos los alimentos ácidos que le aportamos, y que en exceso son perjudiciales). Además, ayuda a eliminar toxinas e incluso a ir al baño. Lo mejor es que desde que lo tomáis hasta que desayunáis pase un ratito, así que mientras podéis maquillaros o terminar de vestiros, por ejemplo.
Desayuno. Aunque algunos nutricionistas opinan que se le da demasiada importancia a eso de que hay que desayunar todos los días, yo creo que es bueno no sólo por alimentar nuestro cuerpo después de hacer ejercicio (fundamental), sino porque si lo hacemos correctamente estaremos aportándole muchas de las vitaminas y minerales que necesita. Algo de fruta, cereales integrales tipo avena o pan de semillas, proteínas en forma de embutidos magros o huevos, té, lácteos si los tomáis o bebidas vegetales, aceite de oliva, aguacate... Hay mil desayunos que podéis preparar según vuestros gustos, y la mayoría se pueden dejar casi listos la noche anterior para tardar menos por la mañana.
Planificar el día. Mientras desayunamos, y nada de hacerlo de pie delante de la encimera y comiendo como los pavos, podemos tomarnos esos minutos para repasar nuestra agenda, ver las tareas que tenemos que hacer o apuntar lo que tenemos pendiente. Este punto me parece súper importante y creo que merece la pena dormir diez minutos menos para hacerlo, porque nos va a ayudar a visualizar la jornada que tenemos por delante y a hacerla mucho más organizada. Creo que puede significar que afrontemos el día con una sonrisa. A mí me funciona de maravilla.
Tener la ropa preparada la noche anterior. Para evitar esos minutos delante del armario pensando qué nos ponemos hoy sin tener ni la más mínima inspiración o darnos cuenta de repente de que ese pantalón precisamente está sin planchar, nada mejor que haberlo planificado la noche anterior (o incluso haberlo planificado el domingo para toda la semana, como os conté hace años aquí). Esto nos ahorrará mucho tiempo y disgustos de última hora, y creedme que ayuda muchísimo a salir de casa de buen humor. Y con tener la ropa preparada me refiero también a los complementos, el peinado y el maquillaje. Os aseguro que esos minutos pueden significar un cuarto de hora extra de tráfico, o perder el transporte público, o llegar tarde a donde tengamos que llegar.
Como veis, salvo el punto de tener la ropa preparada he puesto los demás en orden de realización para que si los implementáis los hagáis automáticamente, sin perder apenas tiempo entre unos y otros. A mí me funcionan muy bien estos hábitos, y por eso quería compartirlos con vosotros. Otro día os cuento mis rutinas de noche para irme a la cama y dormir del tirón.
¿Cuáles son vuestros hábitos cada mañana? ¿Os ayudan a sentiros mejor?
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