"Navidad" y "Trucos para no engordar" casi aparecen juntos en las búsquedas de Google cada año, ¿verdad? Pues os traigo los que yo creo que funcionan. Contadme qué os parecen y si tenéis alguno extra...
"Christmas" and "tips on not gaining weight" almost appear together in the Google bar every year, right? Well, here you have the ones I think really work. Do not forget to tell me what you think and which are yours!
Creo que este es el primer año en mi vida en el que estoy segura de que voy a terminar la Navidad con algún kilo extra. ¿Será porque ya he ganado tres? Jajaja. Pero no me preocupa. Por un lado, porque mis kilos nuevos se deben básicamente a que entreno más y estoy más fuerte y, por el otro, porque sé que con un poquito de control y de compensación, los que gane y no quiera los quitaré pronto. Y vosotros también podréis si seguís estos consejos:
Come antes. Si vas a una reunión en la que esperas que haya mucha, deliciosa y calórica comida (la cena de Nochebuena, la comida de Navidad...), no vayas con el estómago vacío. Procura tomar algo antes en casa que te llene un poco para no llegar con un hambre atroz. Vale una manzana, un poco de verduras, un batido verde... Verás como así no te vuelves loc@ con los canapés.
De primero, siempre verde. Llena la mayor parte de tu plato de verduras (las patatas no cuentan, querid@). Te saciarás antes y estarás tomando más vitaminas y fibra.
Opta por mariscos y pescados. Normalmente, dependiendo de la forma en la que están cocinados, tienen menos grasa y calorías que la carne.
Elige carnes magras. Lomo, pechuga... Ya sabes que hay ciertas partes, en el cerdo o el pavo por ejemplo, que tienen menos grasa que otras. Come de esas.
En cuanto a bebidas, el agua es tu mejor amiga. Si te cuesta, ponle unas rodajas de limón o pepino, unas hojas de hierbabuena... Te encantará. Vale, puedes brindar, por supuesto. Pero una copa de vino o de cava es suficiente... casi siempre. Y si estás de fiesta y tomas copas, toma un vaso de agua entre ellas. Evitarás resacón al día siguiente.
Después de comer, infusiones. Las infusiones ayudan a la digestión, tienen propiedades beneficiosas (por ejemplo, el té verde tiene antioxidantes y flúor, el rooibos ayuda a relajarte, el poleo menta ayuda a la digestión, igual que la manzanilla con anís...), y por si fuera poco calman el ansia de dulce. Así conseguirás comer sólo un trocito en lugar de toda la tableta de Suchard...
Mejor dulces caseros. Si hay que tomar postre o dulces, elige los que sean caseros, que no es que tengan menos calorías pero seguro que tienen menos conservantes y otros aditivos que te harán sentir pesadez e hinchazón.
Muévete. Nada de quedarse apoltronado en el sofá después de la comilona. Mejor levantarse y dar un pequeño paseo o al menos hacer alguna actividad entretenida (¿alguien para un juego de mesa en familia?). Así evitarás seguir comiendo y además favorecerás la digestión. Si además cada día procuras hacer un poco de ejercicio (vale hacer en casa algunas de las muchas tablas que os he enseñado estos años), mejor que mejor.
No obstante, como ya he dicho en otras ocasiones, en la moderación está la virtud y creo que es el mejor truco todos los que os pueda dar. Podemos comer de todo si no nos volvemos majaras y devoramos cual demonio de Tazmania. Porque estas fechas son para disfrutar de las reuniones, de la familia y los amigos, así que olvidémonos por unos segundos de los kilos y vivamos cada momento.
¿Brindamos? ¡Feliz Navidad!
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