Hoy os voy a hablar de un esmalte de uñas de Catrice que en principio pensé que no usaría apenas por tener purpurina, que luego al ponérmelo me encantó, y que luego odié al quitármelo. Lo sé, suena un poco a trastorno bipolar, pero dejadme explicaros el por qué...
Introducing you today a Catrice glitter nail polish I thought I wouldn't wear very much at first, I loved when wore it and I hated when trying to remove it. I know, it sounds a bit bipolar, but let me explain myself...
Si estáis buscando un esmalte de uñas para estas fiestas que llame la atención pero sea al mismo tiempo relativamente discreto, este de Catrice, que además tiene muy buen precio, es perfecto.
Tiene un tono púrpura súper festivo, y la purpurina (valga la redundancia) que lleva queda preciosa. Las uñas se ven "vestidas" de fiesta, elegantes y sofisticadas. Además, dura bastante sin desconcharse, sobretodo si después de aplicarlo y cuando está completamente seco aplicáis una capa de brillo encima.
El problema, ay amigas, es cuando llega la hora de retirarlo. No hay manera de que esas cabronas malditas partículas se despeguen de las uñas. Por mucho quitaesmalte que uséis, por mucho que dejéis el algodón empapado sobre la uña varios minutos... es imposible. Me costó más de diez minutos acabar con ellas, y al final lo hice a costa de mi esmalte natural. No me quedó más remedio que rascar con las uñas para ir arrancando, literalmente, cada partícula de purpurina. Es más, al final me resultó más efectivo quitarme el esmalte sin usar disolvente, sino directamente rascando con las uñas, como hacíamos de pequeñas.
La semana pasada leía en un blog de Elle que hay una base especial para usar este tipo de esmaltes, y creedme que voy a buscarla porque este me gusta mucho. Si no, siempre lo puedo usar para decorar regalos y tarjetas de Navidad... ;)
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