Seguro que a más de una os ha pasado: veis la foto de una famosa en una revista, guapísima con su nuevo flequillo. Os decís "Lo quiero. Estaré igual de mona". Os vais a la peluquería, foto en mano. Y volvéis a casa escondíendoos por los rincones porque resulta que ese look no es precisamente lo que más os favorece. Pues con los flequillos postizos eso no os pasará nunca más. ¡Viva el poder verse antes de pasar por la tijera!
I'm sure you have lived this situation: you see a celebrity with a new bang in a magazine. You love it. You go to the hairdresser, picture in hand. You come back home trying to hide yourself, 'cause it's not as good idea as you thought. Well, with fake bangs, that won't happen again.
Os cuento esto, obviamente, porque a mí me ha pasado. Más de una vez. Pero nunca mais. Porque hace más de un año me compré mi flequillo postizo y cuando me da el arrebato necesitocambiardeimagen tiro de él. Que si no luego vienen el llorar y el crujir de dientes. Y mirad qué bien queda:
Yo me lo compré en EXTENSIONMANIA, que es donde lo recomendaba Paula Echevarría, maestra de los flequillos postizos. Me costó unos 45€ y es de pelo sintético. Eso quiere decir que no le puedo aplicar herramientas de calor, pero no me importa. Los hay también de pelo natural, pero son más caros. Y se puede elegir tanto el largo como el color y el estilo (más recto, más desfilado -como el mío-, etc.). En la parte superior tiene unos clips que son los que se enganchan en nuestro pelo, y se pone de una manera facilísma.
Y aunque ahora me lo pongo menos porque hace mucho que no me tiño el pelo y lo llevo más claro, que es mi color natural, ahí lo tengo guardadito para ponérmelo cuando quiera. Y sin tener que esperar luego a que crezca porque me he cansado de él. ¿No es genial?
¿Usáis extensiones? ¿Lleváis flequillo natural? ¿Os ha pasado alguna vez lo de volver a casa maldiciendo vuestra maravillosa idea de cortaros el pelo?
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