Receta Navideña: Cinnamon Rolls

Creo que no hay nada tan navideño como una tarde en familia, alrededor de la mesa del salón (dado que las chimeneas en la mayoría de salones españoles escasean; que las disfruten l@s afortunad@s), pasando un buen rato y degustando cosas ricas. Con olor a canela en la estancia, a ser posible. Y para ambas cosas no hay mejor receta que estos Cinnamon Rolls que os traigo. Requieren un poco de elaboración (más que nada por el tiempo de reposo de la masa) pero realmente merecen la pena.

I think Christmas afternoon should be spent at home, with our family, around the mantel (those having it) and enjoying delicious sweets. Cinnamon smell is mandatory, so this recipe will be perfect. This Cinnamon Rolls require some time to be prepared, but they really worth the effort.


Si, además, acompañamos estos dulces de un chocolate calentito... (lo siento, pero mi receta estrella llegará la semana que viene, así que atent@s), el plan es más que redondo. Aquí tenéis la receta paso a paso.

En un bol, poner una taza de leche y tres cucharadas de mantequilla sin sal a temperatura ambiente. Calentarlas en el microondas unos 30-40 segundos y mover bien.

Pasar la mezcla a un bol más grande donde poder añadir y trabajar los demás ingredientes. Añadimos una taza de harina, media taza de azúcar, un huevo grande, 2 cucharaditas y cuarto de levadura en polvo y una cucharadita de sal. Batir con las varillas (o mejor con pala si tenéis ese accesorio) durante tres minutos a velocidad baja, parando de vez en cuando para incorporar la masa que se va quedando pegada a las paredes (creo que decir esto es una perogrullada, la verdad, pero en la receta americana que seguí lo decía y yo soy muy bien mandada).

Añadir a la mezcla 2 tazas y media de harina, y seguir batiendo hasta que se haya formado una masa con la que poder trabajar (firme, un poco "pegajosa" pero no mucho; si es necesario, añadir un poco más de harina). Entonces, enharinar una superficie lisa y trabajar la masa sobre ella durante unos ocho minutos (amasarla, hacer que le entre aire, estirarla, volverla a amasar...). Hacer una bola con la masa.

En un bol grande (donde quepa la bola de masa), rociar un poco de aceite de oliva para engrasar las paredes. Poner la bola de masa dentro y moverla un poco para que se le pegue el aceite de las paredes del bol. Después, cubrir el bol con papel film y un trapo y dejar reposar la masa unas dos horas en un lugar templado y sin corrientes de aire. En ese tiempo la masa casi doblará su tamaño, así que tenedlo en cuenta a la hora de elegir el bol.

Mientras, preparamos el relleno de canela. Mezclamos 3/4 de taza de azúcar moreno (mejor si es más bien tirando a fina, no demasiado "basta"), dos cucharadas de canela y aproximadamente 1/4 de taza de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.

Una vez pasado el tiempo de reposo, enharinamos de nuevo la superficie lisa y estiramos la masa con un rodillo hasta formar un rectángulo con ella (será bastante grande).  Poner sobre la masa estirada la mezcla de canela, extendiéndola hasta que cubra toda la superficie. Comenzar a enrollar la masa por uno de los dos lados más largos, de manera que nos saldrá un "rollito gigante".

Entonces, con la parte donde la masa se une boca abajo, cortamos la masa para hacer rollitos de unos dos centímetros de ancho.

En una bandeja de horno, poner papel de horno e ir colocando los rollitos en horizontal dejando un poco de espacio entre ellos. Cubrirlos con papel film y un trapo de cocina (sí, otra vez) y dejarlos reposar unos 40-50 minutos, en que de nuevo casi doblarán su tamaño.

Precalentar el horno e introducir la bandeja con los rollitos a 190º durante unos 20 minutos o hasta que estén dorados. En ese momento, sacarlos del horno y pasarlos inmediatamente a una rejilla para que se enfríen, unos diez minutos.

Finalmente, cubrir con un glaseado que habremos hecho mezclando unos 120 gramos de queso tipo Philadelphia, 1 taza de azúcar glass, 1/4 de taza de mantequilla sin sal a temperatura ambiente y media cucharadita de extracto de vainilla.

Nota: No os preocupéis si, al crecer en el horno, los rollitos se os pegan unos a otros. Luego los cortáis con un cuchillo y listo. De hecho, así es como quedan en la mayoría de recetas que he visto en Internet. O los podéis poner en una bandeja de cupcakes para hacerlos, si tenéis, como en la foto que ilustra este post y así no os pasará.

Espero que disfrutéis mucho de esta receta, de las fiestas y de vuestras familias. ¡Feliz Navidad!

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